Monedero con boquilla metálica

El proyecto de regreso es un monedero con boquilla que llevaba mucho tiempo en mente y que es muy fácil para retomar el contacto con la máquina después de tanto tiempo. Dificultad: fácil. Duración: 3 horas dependiendo de la habilidad de cada uno y lo que le cueste la elección de las telas.

Bueno, al tema.

Material: Telas (para el exterior y el forro), Boquilla (la mía comprada en un chino), regla, medidor de ángulos, pegamento textil (opcional, yo no lo he usado)

Lo primero que tenemos que hacer, en caso de que no lo tengamos, es dibujar nuestro propio patrón sobre papel de seda (por ejemplo) Yo utilicé un resto arrugadísimo que tenía por casa porque se trataba de algo pequeño de poca dificultad.

Para ello necesitamos la boquilla que vayamos a utilizar. Empezamos dibujándola y luego hacemos la forma que más nos guste. Si bajamos un patrón de internet, tendremos que comprobar que nuestra boquilla acopla en el diseño y en caso contrario, modificarlo a nuestra medida.

Aunque lo dibujemos entero (ayudándonos con una regla y un medidor de ángulos para hacerlo recto) conviene recortar el patrón guiándonos por uno de los lados para asegurarnos de que sea simétrico.

Es decir, lo que yo he hecho ha sido dibujarlo en lápiz, repasar la mitad en rotulador, doblarlo y recortarlo por la línea roja. En el patrón no he dejado margen de costura porque me resulta más fácil a la hora de traspasarlo a la tela. Será allí donde recorte procurando dejar un margen de 0,5 cm 

Lo dicho, una vez recortado el patrón lo dibujamos (utilizándolo de plantilla) tanto la trasera de las telas que vayamos a utilizar de forro como en las telas exteriores. Recortamos dejando un margen de costura de 0,5 cm.

Ya toca coser. Empezamos por el forro del monedero. Ponemos derecho con derecho y cosemos los lados A, B, C y D. La imagen corresponde a la parte externa ya que la que realicé del forro, al ser de color marrón, era más confusa.

Una vez cosido el forro, procedemos a coser la parte externa colocando nuevamente cara con cara. Volvemos a coser A, B, C y D. Para darle una forma cuadrada a la parte inferior, cogeremos las esquinas inferiores (B-C y D-C) y realizaremos en cada una de ellas un ángulo de 45º con la costura alineando las costuras (B y C/ D y C). Necesitaremos la regla para cercionarnos de que todas las esquinas sean iguales. En mi caso, en cada lado de la costura inferior (la C) dejé 2 cm. Se hace un pespunte y se cortan las esquinas para que no abulten.

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Después de esto uniremos exterior con interior. Colocamos el forro dentro del exterior enfrentando los derechos de las dos capas y procedemos a coser la zona de la boquilla (yo aquí me equivoqué y tuve que deshacer) La imagen a continuación corresponde al primer intento en el cual no sólo me equivoqué al enfrentar las caras si no que dejé el hueco para darle la vuelta en la parte inferior. Esto lo he modificado ya que al hacerlo arriba me era más fácil ajustar la boquilla.

Una vez recortado los bordes (¡dejando siempre el margen de costura!) y redondeadas las esquinas para evitar bultos, damos la vuelta al monedero por el lado F (aquel que dejamos sin cerrar)

Nos aseguramos de que la boquilla quede perfecta en su sitio y cosemos a mano con punto escondido tanto el forro como el exterior.

Con los dedos metemos la boquilla dentro del monedero y en mi caso cosemos ya que la boquilla presenta agujeritos. Parece que queda fuerte pero creo que en el próximo pondré pegamento textil además de coserlo para darle un poco más de consistencia, al fin y al cabo las monedas pesan.