domingo, 2 de febrero de 2014

Aplicaciones en una camiseta. Primer intento.

No es que no cosa, es que no escribo. La verdad es que cada vez estoy más perezosa con el blog porque me resulta muy absorbente aunque a la vez me da pena tenerlo así de abandonado (otros dos meses sin publicar, ¡agh!)
Ayer por la tarde hice mi primer intento de aplicación en una camiseta con friselina autoadhesiva. Resulta que el invierno pasado compré dos camisetas lisas de cuello alto para mis sobrinos con el objetivo de ensayar aplicaciones en ellas y una de ellas aún la tenía en el armario. De la primera no tengo fotos pero os puedo decir que me quedó un churro. Mi idea fue hacerle unas aplicaciones de ganchillo pero el resultado final no me gustó nada al combinar lana con tela, el cosido me quedó bastante mal. Creo que ahora que sé más podría hacer algo decente, es algo que tengo pendiente de probar algún día. Volviendo a la camiseta encontrada, en principio debía haber sido para mi sobrino (chico) pero al haber pasado un año ya estaba más cerca de un tallaje apropiado para su hermana pequeña. Eso fue un alivio porque una camiseta de niño de siete años me costaba más de imaginar customizada. Me explico, las telas que yo tengo son más bien infantiles y las siluetas que se me ocurrían también (entre otras cosas porque quería algo sencillito para probar)

Dejo el rollo y paso ya a la explicación de cómo se pone una aplicación de este tipo.
Necesitamos.
-Friselina termoadhesiva (yo la compré en una tienda de patchwork)
-Camiseta a customizar
-Tela o telas (depende de nuestro diseño) que contrasten con nuestra camiseta.
-Plancha.
-Papel, lápiz y tijeras.
Dificultad: fácil








Para empezar diseñamos nuestra aplicación en un folio, en mi caso la silueta de un elefante. La recortamos y ponemos sobre la camiseta para hacernos una idea del tamaño que va a tener sobre ésta, así estaremos a tiempo de modificarla si no nos gustase. En mi caso decidí utilizar la misma plantilla para hacer dos elefantes, uno por cada lado.



Calcamos nuestra plantilla en la tela. Esto es muy importante: lo ideal sería que tuviésemos un boli o rotulador al agua (no térmico, ¡ojo!)) para poder borrarlo luego, así calcaríamos en la parte anterior de la tela (la que tiene el dibujo) En mi caso, sólo contaba con un lápiz normalito por lo que hice el dibujo por la parte de detrás de la tela intentando marcar bastante (sin pasarse, pero que se viera bien)



Recortamos la tela dejando un margen de 1cm aprox. Cogemos la friselina y la recortamos como hemos recortado la tela de la silueta teniendo en cuenta de que la parte de friselina que toca la trasera de la tela es la más rugosa.






Así colocado lo planchamos a temperatura media (sin vapor) unos segundos (como si pusieramos un parche o una rodillera) que dependerán del grosor de la tela que hayamos elegido. Planchamos de dentro a fuera para evitar arrugas. Pronto veremos que nuestra tela se ha pegado a la friselina y que se ha quedado durita. Lógicamente retiramos de la plancha.



Ahora tenemos que recortar la silueta. Como en mi caso la dibujé por el reverso de la tela, le doy la vuelta y se verá el dibujo a través de la friselina.



El procedimiento es igual con el otro elefante.
Cuando ya tenemos todas nuestras siluetas procedermos a la colocación en la camiseta. En el último momento yo decidí añadir una colita a los elefantes y un elefantito pequeñito (de los de la tela) a la parte de debajo. Para ello tenemos que despegar la otra parte de la friselina y tener en cuenta el orden de la colocación de nuestras siluetas, en mi caso primero he pegado la colita con la plancha en la camiseta  y luego el elefante.






Una vez está pegada nuestra aplicación en la camiseta pasaremos al bordado. Podríamos hacerlo a mano con punto festón pero como yo bordar no sé, lo hice a máquina con punto zig-zag. En las opciones de la máquina  elegí lo siguiente:
punto zig-zag
ancho de puntada:
longitud de puntada: 0,5
Y a coser. El problema de esta aplicación es que presenta muchas curvas y yo aún no soy muy hábil...pero el resultado final me gusta bastante.











Una vez hecha la costura tenemos que meter los hilos que nos hayan podido quedar por fuera, por dentro de la camiseta. Para mí esta ha sido la tarea más aburrida, pero creo que el resultado final ha merecido la pena aunque así, sin planchar no se aprecia mucho.

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